Prólogo
En cuanto a un breve ensayo sobre
[Risaalah Latifah Jaami’ah fi Usulil-Fiqhil-Muhimmah, que forma parte de Manhajus-Saalikin wa Tawdihul-Fiqh bid-Din (pp.101-112)]
Toda la alabanza pertenece a Allah. Así lo alabamos por lo que Él posee desde Sus bellos Nombres bellos nombres, y elevados y perfectos atributos; y por Su Juicio y Decreto que abarca todo lo que existe; y por Sus leyes divinamente prescritas, que abarcan cada ámbito de la legislación; y Su Juicio con respecto a las recompensas para los hacedores del bien, y castigos para los criminales.
Testifico que nadie tiene derecho a ser adorado excepto Allah, quien no tiene coparticipes en Sus Nombres, Atributos o Juicio. Y testifico que Muhammad es Su siervo y Mensajero, quien aclaró el Juicio y la sentencia, aclaró lo halal (Lícito) y lo Haram (ilícito) y estableció fundamentos y expuso sobre ellos- hasta que la Religión fuera completada y firmemente establecida. ¡Oh Allah! ensalza y envía las bendiciones de paz sobre Muhammad, (y) sobre su familia, sobre sus Compañeros y sobre ésos que los siguen, especialmente los Eruditos.
Alabado sea Allah y que la paz sea con nuestro Profeta Muhammad:
En el último número hemos demostrado los pilares de la Creencia Correcta que está de acuerdo con la creencia de Ahlu Sunnah wal Yama’a.
Y es evidente que la Daawa (llamar a Allah) es una de las grandes misiones y principales fundamentos de la Sharia (legislación islámica) purificada, con ella se completa su orden y se eleva su estatus, sin olvidar que formaba parte integrante de la misión de los profetas -que la paz sea con ellos-.
Por eso, es conveniente para quién llame a Allah (Da’ii) y quienquiera participar en ello detenerse ante los fundamentos de la Daawa y sus características para que sepa cómo invitar a la gente, cómo enseñarles su religión y los propósitos de su Sharia.
Assalam alaikum warahamt Allah wabarakatuh
Hermanos y hermanas, Luz del Islam se alegra de poder ofrecerles una vez más - gracias a Allah Glorificado y Ensalzado sea-, una nueva edición y un nuevo encuentro con hermanos musulmanes.
Dice Allah Glorificado y Ensalzado sea: ¿Y qué mejor palabra que la de aquel que llama a los demás a Allah, obra con rectitud y dice: Yo soy de los musulmanes?" (Surat Fussilat 41, ayat 29)
No cabe duda que invitar la gente al Islam es una noble misión y una gran responsabilidad. Fue la misión que llevaron a cabo todos los Profetas y Mensajero de Allah –que la paz sea con ellos- para llamar a la gente a adorar un solo y único Dios y obrar rectamente.
Hoy en día, se siente -más que nunca- la necesidad de hacer Daawah para transmitir el verdadero mensaje del Islam ya que muchos medios se empeñan en difundir mentiras y prejuicios.
En este número, el hermano Abdullah ben Sadiq nos contará su propia experiencia con la Daawah en Colombia y nos dará algunos consejos sobre cómo llevar a cabo tal misión incha Allah.
¡Que Allah Glorificado y Ensalzado sea lo recompense!
En el nombre de Allah el Misericordioso el Compasivo
Dice Allah en el Corán:
“Socorreos con la paciencia y la oración. Por cierto que la práctica de la oración es difícil, excepto para los piadosos” (2: 45)
La oración como dijo el profeta –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- es el compromiso que tenemos los musulmanes con nuestro Señor, aquel que nos ha creado y nos ha dado bendiciones, todo tipo de bendiciones desde las que sabemos hasta las que no.
La oración prohíbe lo malo y acerca a las cosas buenas como dice Allah en el Corán:
“Recita lo que se te ha revelado del Libro [el Corán] y haz la oración, que ciertamente la oración preserva de cometer actos inmorales y reprobables. Y sabe que tener presente a Allah en el corazón durante la oración es lo importante, y Allah sabe lo que hacéis.” (29: 45)
"El principio con respecto a los actos de adoración es el mismo para la prohibición, salvo si la Shari'ah (Ley divinamente prescrita) refiere una prescripción para ello. Y el principio con respecto al comportamiento habitual es permisible, excepto cuando la shari´ah refiere una prohibición para ello". (Al-aslu fil-'ibadat al-hadhru illaa ma waradah 'anish-shar'i tashri'ahu. Wal-aslu fil-'aadat al-ibahah illa ma waradah 'anish-shar'i tahrimahu).[i]
El principio anterior es un principio importante que enseña el Islam. Así, con respecto a asuntos de acciones 'aadat (del día a día/cotidianas), tales como comer, beber y vestir; entonces, todo está permitido en este respecto, excepto si hay una evidencia clara y auténtica que limite o prohíba su asignación. Sin embargo, cuando se trata de 'ibadat (actos de adoración), entonces lo contrario es lo verdadero. Aquí, nada puede ser establecido como un acto de adoración, excepto si hay un texto claro y auténtico que lo permita. Así que el principio básico de 'aadat es ibahah (permisibilidad), mientras que el principio básico de ‘ibadat es tahrim (prohibición).
[i] Minhajul-Qasideen Mukhtasar fee Usulil-Fiqh (p.27) de Shej 'Abdur-Rahman as-Sa'di.
La preocupación por la vida mundanal es muy aparente en nuestros tiempos en los que la codicia material y el deseo de adquirir más bienes mundanales se han hecho muy comunes. Los musulmanes de hoy día gastan mucha energía en el comercio, la venta y la acumulación de riquezas. Con esto han olvidado completamente el tema de la salvación de sus almas. Una de las tareas más importantes por la que el Profeta Muhammad (Que la Paz y Bendiciones de Allah sean con él) fue enviado a esta nación fue para la purificación del alma.
Dice Allah Enaltecido sea respecto de la tarea del Profeta Muhammad (Que la Paz y Bendiciones de Allah sean con él):
“Él es Quien eligió de entre los iletrados [los árabes] un Mensajero para que les recite Sus preceptos, les purifique y les enseñe el Libro y la sabiduría. Y por cierto que antes de ello se encontraban en un evidente extravío. [Alusión a los árabes que no escribían ni leían]” (Sura del Viernes, Aleya 2)
En nombre de ALLAH, el Misericordioso, el Compasivo
Las alabanzas a ALLAH Glorificado y Ensalzado sea, y las bendiciones y la paz sean sobre el mensajero de ALLAH, su familia, sus compañeros y sobre todos los que siguieron el camino recto hasta el fin de los tiempos.
Continuamos, con la gracia de Allah, con la sirah (biografía) del mejor de los hombres, el mensajero de ALLAH, el profeta del Islam, Muhammad, las bendiciones y la paz seansobre él, su familia y compañeros.
Su infancia (la paz y las bendiciones de Allah sean con él):
Tras retornar con su madre, de la cual estuvo separado mientras vivía con Halimah (ver artículo anterior). La madre del profeta, Aminah, decidió visitar la tumba de su esposo en Lazrib (será llamada Madinah posteriormente) en compañía de su único hijo, el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) con seis años de edad, su esclava Umm Aiman y su suegro, ‘Abdul-Muttalib. Permanecieron allí un mes y posteriormente regresaron a La Meca. En el camino de retorno, a la madre del Profeta ((la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le sobrevino una grave enfermedad, por la que murió entre La Meca y Medina.