Sira resumida del sello de los profetas VI
En nombre de ALLAH, el Misericordioso, el Compasivo
La paz y las bendiciones de ALLAH estén sobre Su profeta y mensajero, Muhammad y sobre su familia, compañeros y todos los que le siguieron correctamente hasta el día del juicio.
Continuamos con la segunda parte del llamamiento público al Islam : se describirán en ella algunos de los esfuerzos de los enemigos del Islam para impedir la difusión del mensaje del profeta ,que la paz de ALLAH y sus bendiciones estén sobre él, su familia y sus compañeros.
La segunda etapa de la llamada del Islam (parte 2)
1- Una asamblea de consulta para impedir que los peregrinos respondan a la invitación de Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él.
Durante los días de la llamada al Islam, los Quraishíes tuvieron un serio tema de preocupación : la proclamación del llamado islámico tenía unos pocos meses de antigüedad cuando faltaba poco para la temporada de la Peregrinación. Quraish sabía que las delegaciones árabes vendrían en poco tiempo. Entonces acordaron que era necesario contemplar un ardid que impida a los peregrinos árabes acercarse a la nueva creencia que predicaba Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él.
Fueron a ver a Al-Ualîd Ibn Al-Mugîrah para deliberar al respecto. Al-Ualîd los invitó para que se pusieran de acuerdo en una resolución que gozara con la aprobación de todos. Sin embargo había discrepancias entre ellos. Algunos sugirieron decir que Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) era un adivino, pero desistieron porque su prédica no eran palabras que usaran los adivinos. Otros propusieron que se le acusara de ser un poseído, pero también fue dejado de lado porque no había ninguna insinuación peculiar de ese estado mental que se manifieste; otros dijeron: “¿Por qué no lo acusamos de ser un simple poeta?”. Tampoco lograron ponerse de acuerdo, ya que sus palabras estaban fuera del léxico usado por los poetas. Una cuarta propuesta fue acusarlo de brujo. Pero aquí Al-Ualîd mostró su desacuerdo alegando que nunca se le había conocido que practicara la brujería, y admitió que las palabras que recitaba dejaban un dulce sabor en el espíritu y el corazón. Él, sin embargo, encontró que lo más apropiado para perjudicar a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) era acusarlo de hechicero. La malvada asamblea acordó adoptar esta postura para así propagar que se trataba de un hechicero tan poderoso y conocedor de su técnica que era capaz de separar al hijo de su padre, al hombre de su hermano, a la esposa de su marido y a la gente de su clan.
Es notorio destacar que Allah Alabado y Ensalzado sea reveló dieciséis aleyas con respecto a Al-Ualîd y el astuto método que emplearía para manipular a la gente que asistiría a la La Meca para peregrinar. Dijo Allah Alabado y Ensalzado sea:
“Ha reflexionado y meditado su respuesta; que muera ¿cómo ha podido premeditar así?; ¡que muera por cómo ha premeditado! Y después ha examinado; y luego ha fruncido el ceño y se le ha mudado el semblante; y luego ha dado la espalda y se ha llenado de soberbia; y ha dicho: esto no es más que magia aprendida; es sólo la palabra de un ser humano.”
[74: 18 al 25]
A pesar del complot, el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) visitaba a la gente durante la peregrinación, los acompañaba a sus campamentos en ‘Ukâz, Maÿanah y Dhul-Maÿaz para invitarlos a que adoren únicamente a Allâh Alabado y Ensalzado sea.
Abu Lahab seguía al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) gritando: “No le presten atención porque es un mentiroso, y un renegado”. Sin embargo Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) provocó conmoción con su prédica y algunos pocos aceptaron su invitación al Islam.
1- Los esfuerzos realizados para detener el avance del Islam
Habiendo percibido que Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) abandonaría su misión, Quraish, en un desesperado intento de extinguir el mensaje del Islam, recurrió a otro método bajo e infame:
- a.Burlar, degradar y ridiculizar a los nuevos islamizados en general y a la persona de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) en particular, con el propósito de desmoralizar y disminuir su fervor religioso. Solían acusar al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) de ser un hombre poseído por un genio, o de que estaba loco:
“Y decían: Oh (Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) tú que has recibido el recuerdo (el Corán)! Realmente eres un poseso.” [15:6]
Lo acusaban de ser un mentiroso que practicaba la brujería:
“Se extrañan de que les haya llegado un advertidor que es uno de ellos; y dicen los que se niegan a creer: Este es un mago farsante.”
[38:4].
Sus miradas hacia él eran fulminantes como si quisieran destruirlo o perturbarlo para desestabilizarlo e intimidarlo. Usaron toda clases de apelativos para insultarle: “loco”, “poseído por el demonio”, y demás epítetos:
“Casi te derriban con sus miradas, los que se niegan a creer, cuando oyen el recuerdo, y dicen: Es un poseso.”
[68:51]
Entre los primeros que abrazaron el Islam había un grupo que desafortunadamente no contaba con un clan poderoso que los defienda. Estas personas inocentes eran ridiculizadas e insultadas. Haciendo referencia a esta clase de gente la elite aristócrata de Quraish solía preguntarle con ironía y sarcasmo al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él):
“¿Son estos a quienes Allâh ha favorecido de entre nosotros?”
[6:53]
Allah Alabado y Ensalzado sea dijo:
(¿Es que acaso Allâh no conoce mejor a los agradecidos?)
[6:53]
Son como aquellos que Allâh Alabado y Ensalzado sea nos informó:
"Ciertamente los que cometían maldades se reían de los Creyentes; y cuando pasaban a su lado se hacían guiños entre ellos (burlándose); y cuando regresaban a su familia lo hacían divertidos; y cuando los veían decían: ‘¡Ciertamente! ¡Estos están extraviados!’ Pero ellos (los incrédulos, pecadores) no habían sido enviados como guardianes suyos (de los Creyentes).”
[83: 29 al 33]
- b.Distorsionar las enseñanzas de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él), invocando ambigüedades, circulando falsas acusaciones; restándole importancia a su doctrina, persona y moral. Respecto al Corán, solían decir:
“Son leyendas de los antepasados, que él (Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre é) manda a escribir, y que le dictan mañana y tarde.”
[25:5]
Afirmaban que el Corán no era una verdadera Revelación:
“Esto (el Corán) no es nada excepto una mentira que él (Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) inventó, y otros lo ayudaron para hacerlo.”
[25:5]
Clamaron:
“Solo es un ser humano el que le enseña.”
[16:103]
También elevaron otra infundada y superficial objeción:
“¿Por que este Mensajero (Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se alimenta y camina en los mercados (como nosotros mismos)?”
[25:7]
El Noble Corán refutó estas acusaciones, explicando que las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) eran Revelación procedente del Señor Alabado y Ensalzado sea más poderoso y su naturaleza y contenido demostraban un prominente desafío para aquellos que le atribuían a las expresiones Proféticas un origen inferior, o pensamientos de un reformador soñador, o un endemoniado poeta, o las incoherentes tonterías de un hombre loco.
- c.Comparar al Corán con la mitología antigua para poder distraer a la gente de las Palabras de Allah Alabado y Ensalzado sea. Se narra que An-Nadr Ibn Hâriz fue a Hirâh donde se familiarizó con las tradiciones de los reyes de Persia y las anécdotas de personajes como Rustum y Asphandiar, y luego retornó a La Meca. Aquí siempre seguía los pasos del Mensajero para cualquier reunión en que este iba a predicar la nueva creencia y a advertir sobre la ira de Allah Alabado y Ensalzado sea. An-Nadr luego de que hablaba el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) le narraba a la misma audiencia largas historias de los personajes de Persia. Siempre aprovecharía para hacer una pregunta engañosa a su audiencia: si no sobrepasaba a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él). Ibn ‘Abbâs contó que An-Nadr solía comprar sonetos para que a través de su encanto y seducción se alejen del Islam aquellos que estaban desarrollando el menor apego al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) ; al respecto Allah Alabado y Ensalzado sea reveló:
“Y de entre la gente hay quienes compran palabras frívolas para desviar del camino de Allâh.”
[31:6]
Preparado por: Abu Dhar
Fuente: El Nectar Sellado