Sira resumida del Sello de Los Profetas (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él) III parte
Assalamo alaicom wa rahmatu ALLAH wa barakatuh
Con la ayuda de ALLAH alabado y ensalzado sea, continuamos con la Sirah del mejor de los hombres, el sello de los profetas que la paz de Allah y su bendición esté sobre todos ellos.
En las anteriores entregas hemos resumido la vida del profeta del Islam, Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él, antes de que le sea revelada su misión, presentamos su linaje, su niñez, su juventud y madurez como hombre honrado, respetable, sabio, cariñoso y ecuánime.
En esta entrega de la Sirah, comenzaremos con el principio de la misión profética, la misión de hacer llegar el mensaje de ALLAH a la humanidad a través de su profeta elegido Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él.
Que ALLAH nos guie a realizar este trabajo correctamente con la intención pura de alcanzar Su agrado alabado y ensalzado sea.
El mensaje profético
La vida del Mensajero de Allah que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él se dividió en dos etapas después de que Allah lo honrara con la profecía y el Mensaje.
El período de la Meca1 y el período de Medina2
El período de La Meca: duró aproximadamente trece años.
El período de Medina: duró aproximadamente diez años
Cada período tiene sus características propias, que expondremos más adelante en un breve resumen sobre las etapas correspondientes a la invitación al Mensaje (da’wa) que tuvieron ambos períodos.
El comienzo de la revelación
a- En la cueva de Hirá:
Cuando el Profeta Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él tenía cuarenta años aproximadamente, pasaba largas horas en reclusión meditando sobre los aspectos del universo que lo rodeaban. Esta actitud de meditación contribuyó a diferenciarlo del resto de la población de La Meca. Solía abastecerse de Sauîq (avena) y agua para luego dirigirse a las colinas y barrancos de las vecindades de La Meca. Su lugar favorito para frecuentar, era una cueva llamada Hirá, en la montaña An-Nur (La Luz). Quedaba a dos millas de La Meca, siendo una cueva pequeña de cuatro brazos de longitud por casi dos de ancho. Siempre que iba a ese lugar alimentaba a algún pobre que se le acercaba. La mayoría del tiempo lo dedicaba a la devoción, y especialmente en el mes de Ramadán, a la adoración y a la meditación en la sabiduría que regía al universo que lo rodeaba. Su corazón se encontraba dolido a causa de la decadencia moral y la idolatría que era practicada por su gente; se sentía desamparado por no encontrar una solución definitiva, algún medio que le sirva para seguir, y corregir las enfermas costumbres que lo rodeaban. Este estado de soledad seguido de un estado de contemplación debe comprenderse desde una perspectiva Divina. Era esta una etapa preliminar al período de gran responsabilidad que próximamente debería sobrellevar.
La reclusión y el desapego por las impurezas de la vida fueron dos requisitos indispensables para poder enfrentar lo que Allah que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él le tenía reservado. Una forma de prepararlo para asumir tan importante compromiso, para cambiar la faz de la tierra y alterar para siempre el curso de la historia. Fue un período rico en privacidad que duró tres años hasta el comienzo de su misión, guiándolo hacia una nueva era de indisoluble contacto con lo oculto que Allah permitiría que presencie.
b- Gabriel3 que la paz de Allah esté sobre él desciende con la primera revelación
A la edad de cuarenta años, momento cumbre de la vida, y según se dice la edad en la cual los Profetas son ordenados difundir el mensaje, signos de su Profecía comenzaron a manifestarse y brillar en los horizontes de su vida; entre esas señales estaba que las piedras en la ciudad de La Meca lo saludaban diciéndole “Salam”; también todo lo que veía en su sueño se hacía realidad y tan claro como el día. Esto duró seis meses.
En Ramadán, en su tercer año de reclusión, en la cueva de Hirá, la voluntad de Allah, alabado y ensalzado sea, hizo que honrara a Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él con la Profecía, y la luz de la Revelación se derramó sobre él con algunas aleyas del Noble Corán, las palabras de Allah alabado y ensalzado sea.
En cuanto a la fecha exacta, cuidadosas investigaciones que tienen en cuenta evidencias circunstanciales y relevantes nos permiten remontarnos al lunes 21 de la noche de Ramadán correspondiente al 10 de agosto del año 610 d.c. cuando el Profeta Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él tenía exactamente 40 años lunares, 6 meses y 12 días equivalentes a 39 años, 3 meses y 22 días del calendario Gregoriano.
La madre de los creyentes Aishah la veraz, que Allah esté complacido con ella, narró el siguiente suceso significativo, que llevaría luz divina para disipar la oscuridad producida por la incredulidad y la ignorancia, infundiendo a la vida a un nuevo curso y brindando la más seria enmienda a las líneas de la historia de la humanidad (dicha narración fue contada por el profeta Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él años después):
“La primera manifestación de la Revelación al Mensajero de Allah que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él fue la visión verídica en sueños, que notablemente se volvían realidad en todas las ocasiones. Luego comenzó a amar la soledad y solía recluirse en la cueva de Hirá por un determinado número de noches para dedicarse a la devoción antes de volver con su familia y buscar nuevamente provisiones para el mismo propósito. Hasta que inesperadamente le llegó la verdad cuando estaba en la cueva.
Llegó el ángel y le dijo: "¡recita!" Respondió Muhammad: "No sé leer". Contó el Profeta: "Entonces me tomó y abrazó fuertemente, luego me soltó y repitió la orden: "¡recita!". Le dije: "No sé leer", entonces me tomó nuevamente y por segunda vez me abrazó fuertemente y luego me soltó dejándome exhausto y me dijo: "¡recita!". Y contesté: "¡No sé leer!", y así fue que me abrazó fuertemente por tercera vez y luego, al soltarme, dijo:
“Recita en el Nombre de tu Señor, que ha creado (todo lo que existe), ha creado al hombre de un coágulo. Lee. Y tu Señor es el más Generoso.” [SURA DEL COÁGULO Nº 96, Ayat : 1 al 3]
Luego el Profeta que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él repitió estas aleyas. Temblando de miedo regresó con su esposa Jadîÿa que Allah esté complacido con ella y le dijo: "Cúbreme... cúbreme". Ella lo cubrió hasta que se tranquilizó. Al comentarle lo que le había sucedido en la cueva, Jadîÿa que Allah este complacido con ella lo consoló diciendo: "Allah nunca te humillaría. Mantienes los lazos familiares; cargas con las dificultades de los débiles; asistes al pobre y al necesitado, agasajas a tus huéspedes, y te esfuerzas por solucionar los problemas que afligen a la gente".
Partieron entonces a ver un primo de la madre de los creyentes Jadîÿa que Allah esté complacido con ella llamado Uaraqah Ibn Naufal, quien había abrazado el Cristianismo en el período pagano de los árabes, y solía transcribir la Torá en hebreo y había puesto por escrito varias partes del Evangelio en hebreo. Era un sabio anciano que había perdido la vista.
Jadîÿa que Allah este complacido con ella le dijo: “¡Primo mío! Escucha a tu sobrino” Uaraqa le preguntó: “¡Sobrino mío! ¿Qué fue lo que viste?” el Mensajero de Allah que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él le contó cuanto le había pasado. Uaraqah dijo: “Ese es el Namûs (el ángel que desciende con la revelación divina: Gabriel que la paz de Allah esté sobre él) que Allah alabado y ensalzado sea envió anteriormente a Moisés que la paz de Allah esté sobre él. Desearía ser joven y vivir para estar en el momento que tu pueblo te expulse.” Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él le preguntó: “¿Acaso ellos me expulsarán?” Uaraqah respondió afirmativamente y le dijo: “Todo aquel que trajo algo similar a lo tuyo fue tratado con hostilidad y si yo alcanzo a estar vivo ese día te brindare todo mi apoyo” A los pocos días Uaraqah murió y la Revelación se interrumpió.
Durante el periodo de interrupción el Profeta que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él se encontraba sumido en una especie de depresión acompañada de asombro y perplejidad. En el "capítulo de los Sueños", Al Bujari registró que la inspiración divina se suspendió por un tiempo y el Profeta que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él entristeció, y en reiteradas ocasiones sentía el impulso de arrojarse desde lo alto de una elevada montaña, y cada vez que llegaba a la cima, aparecía Gabriel que la paz de Allah esté sobre él y le decía: "¡Oh Muhammad! Ciertamente eres el Mensajero de Allah", entonces se tranquilizaba su corazón y retornaba a su casa.
a- Gabriel que la paz de Allah esté sobre él desciende con la segunda revelación
Dijo Ibn Haÿar: "La pausa de la Revelación de unos pocos días fue para aliviar al Mensajero de Allah que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él del miedo que experimentó y para que anhelará recibir la Revelación."
Cuando las sombras de la perplejidad se desvanecieron, las banderas de la verdad se enaltecieron, el Mensajero de Allah que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él supo con seguridad que había sido designado Mensajero del Grandioso Señor. Su espera y anhelo por la llegada de la Revelación constituyó una buena razón para su firmeza y autodominio en el arribo de la inspiración de Allah alabado y ensalzado sea, Al Bujari registró de Yâbir Ibn ‘Abdullah que Allah esté complacido con él que había oído decir al Mensajero de Allâh que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él acerca de la pausa:
"Mientras estaba caminando, escuché una voz desde el cielo. Miré hacia arriba y era el mismo ángel que me había visitado en la cueva de Hirá. Estaba sentado entre la Tierra y el cielo. Me asusté y me arrodillé. Fui para mi casa y dije (a mi esposa): "Envuélveme.....envuélveme..."
Entonces Allah alabado y ensalzado sea reveló las aleyas:
“¡Oh tu que te envuelves! ¡Levántate y advierte! ¡Y a tu Señor engrandece! ¡Y purifica tu vestimenta! ¡Y aléjate de los ídolos!” [SURA DEL ARROPADO Nº 74, Ayat 1 al 5]
Esta revelación fueron las primeras obligaciones que Allah alabado y ensalzado sea ordenó a su profeta que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él.
Glosario:
La Meca: Ciudad importante en la península arábiga donde está la casa de Allah alabado y ensalzado sea llamada la “Kaaba”. También es donde nació el profeta que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él y desde donde empezó su misión de difundir la palabra de Allah a todo los seres.
Medina: Antiguamente llamada Yazrib, es la ciudad a la cual emigró el profeta que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él, tras la emigración se cambió su nombre a Medina.
Gabriel que la paz de Allah esté sobre él: llamado en el Corán con el nombre de Yibril, es el más noble de los ángeles, ya que tiene la importante misión de hacer llegar las palabras de Allah a toda la humanidad a través de los profetas, desde nuestro padre Adán que la paz de Allah esté sobre él hasta el último de los profetas Muhammad que la paz y las bendiciones de Allah esté sobre él. Es el ángel al cual hace referencia Uaraqah Ibn Naufal (leer más arriba) llamándole “Namûs”.
Resumido por: Abu Dhar
Fuente: El Nectar Sellado