EL RAMADAN ES LA ÉPOCA PARA INVITAR A LOS DEMAS A ALLAH TA’ALA
Alabamos a Allah Ta’ala, que nos ha guiado al camino de la salvación. Buscamos Su ayuda en la elevación de la palabra de la verdad y la llamada a lo que es correcto.
El trabajo islámico (llamar a la gente a Allah Ta’ala) es una de las más enfáticas e importantes tareas en el Islam. Es una de las más grandes formas de adoración por la cual nos acercamos más a Allah Ta’ala.
El mes de Ramadán es una oportunidad ideal para que participemos en esta noble actividad, especialmente con nuestros hermanos musulmanes. Los corazones de la gente en Ramadán son humildes porque son más conscientes del recuerdo de Allah Ta’ala durante este mes. Son más sensibles a la exhortación y están más inclinados al arrepentimiento.
Existen muchas formas en las que poder participar en la llamada de la gente a Allah Ta’ala durante este bendito mes. El trabajo islámico implica elevar el Islam, llevarlo al alcance de la gente. Así mismo implica disipar todas las influencias negativas y nociones falsas que vuelven los corazones de la gente lejos de la verdad.
La actividad de llamar a Allah Ta’ala abarca cada palabra, cada acto, cada golpe de pluma, y cada gasto de esfuerzo o riqueza que sirva a la religión y que esté de acuerdo con la sabiduría del Islam. No puede haber duda de que el conocimiento está en el corazón al llamar a Allah Ta’ala. El conocimiento es su fundamento, su guía, y su mayor beneficio.
Sin embargo, el trabajo islámico requiere un esfuerzo junto con el conocimiento. Todos deben trabajar de acuerdo a sus habilidades y fortalezas.
Mis estimados hermanos y hermanas que están observando el ayuno, los textos sagrados han llegado a nosotros para llamar a la gente a Allah Ta’ala. El Corán ensalza el estado honorable de esta actividad y contra la negligencia.
Los textos hablan de las grandes virtudes del trabajo islámico y la gran recompensa para los que participan en ello.
Allah Ta’ala nos manda de muchas maneras. Nos manda llamar a la gente, diciendo (interpretación del significado): “Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhortación”. (Surah Al-Nahl: 125).
“Di: He recibido la orden de adorar a Allah y a no unirle ningún socio. Llamo a Él y vuelvo a Él”. (Surah Al-Ra’d:36).
Allah Ta’ala, del mismo modo, nos ordena lo correcto y nos prohíbe lo incorrecto. Él dice (interpretación del significado): “Sois la mejor de las naciones que ha llegado a la humanidad. Ordenáis lo que es correcto, prohibís lo que es incorrecto, y creéis en Allah”. (Surah Al-Imran: 110).
Allah Ta’ala nos ordena transmitir el Mensaje (interpretación del significado): “¡Oh Mensajero! Transmite lo que se te ha revelado de tu Señor”. (Surah Al-Ma’idah:67).
Él nos ordena llevar a cabo esta actividad con los demás (interpretación del significado): “Y exhorta a los demás a la verdad y exhorta a los demás a la paciencia”. (Surah ‘Asr:3).
Se nos dice que advirtamos (interpretación del significado): “Y advertir a los parientes más cercanos a vosotros”. (Surah Al-Shu’ara’:214).
Y dar la buena nueva (interpretación del significado): “Y anunciad la buena nueva a los creyentes”. (Surah Al-Tawbah: 112).
En cuanto a las virtudes y beneficios de llamar a Allah Ta’ala, estos se mencionan en numerosos versículos del Corán e incontables hadices del Profeta,
A la vanguardia de estas virtudes está el hecho de que llamar a Allah Ta’ala es un acto de adoración y obediencia. Es algo que agrada a nuestro Señor.
Es también algo que nos mantiene a salvo de Su desagrado y de su castigo.
Esta noble actividad es parte de la religión de Allah Ta’ala. Al llevar a cabo esta actividad, estamos siguiendo los pasos de Sus Profetas y Mensajeros.
Es una actividad que es aborrecido por los enemigos del Islam. Se ofrece alivio a las víctimas de la ignorancia, la superstición y las costumbres ciegas.
Llamar a Allah Ta’ala es una forma de multiplicar los efectos positivos de nuestras buenas acciones, tanto en esta vida como en la otra vida. Es un medio de llevar
Lo mejor de nuestro discurso es una palabra pronunciada a la invitación a Allah Ta’ala. Allah Ta’ala dice (interpretación del significado): “Quién hay, que hable mejor que quien llama a Allah, trabaja rectamente, y dice: De hecho soy de los que se someten al Islam”. (Surah Fussilat:33).
La recompensa por guiar a alguien es mejor que el mundo y todo lo que contiene. Llamar a Allah Ta’ala es la preocupación de las personas más compasivas, las más puras de corazón. Ellos son los herederos de los Profetas.
Mis estimados hermanos y hermanas que estáis observando el ayuno, hay cualidades que quienes desean dedicarse a la llamada de Allah Ta’ala a los demás, deben cultivarse en sí mismos. Ello es: obtener conocimiento, actuar sobre ese conocimiento, ser sincero, paciente, amable, tener buenos modales, ser generosos, altruistas, humildes, sabios, misericordiosos, y estar preocupado por lograr la unidad en la verdad.
Existen otras cualidades por las que una persona que llama a Allah Ta’ala debe embellecer su conducta. Como son: el perdón, responder a un mal con un bien, confiar en Allah Ta’ala, tener certeza de la ayuda de Allah Ta’ala, tener satisfacción con cualquier mínimo progreso, y luchar por el máximo bien posible. También, un trabajo islámico debe evitar la envidia, la precipitación y la competencia por la ganancia mundanal.
Entre las maneras de llamar a los demás a Allah Ta’ala está siempre ser moderado en el enfoque, preocuparse por la guía a los demás, y ser consciente de un sentido de la responsabilidad. Debe haber una fuerte y estrecha conexión entre la persona que llama y su Señor. El que llama debe participar continuamente en el recuerdo de Allah Ta’ala, en actitud de súplica, y en todos los actos de devoción. Siempre debe asegurarse de dar un buen ejemplo para los demás y buscar toda oportunidad para llamar a la gente a la verdad. Nunca debe menospreciar ningún buen esfuerzo, no importa lo pequeño que pueda ser.
Entre las formas del trabajo islámico está tratar con la gente en su propio nivel. Debemos mostrar preocupación por sus problemas e intentar ayudarles, mientras nunca debemos cargarlos con los nuestros. Necesitamos ser sensibles a la situación de aquellos que están llamando e intentando comprender sus circunstancias.
Cuando llamamos a la gente a Allah Ta’ala, debemos evitar la discusión, excepto si es necesaria para la estricta explicación, y debe hacerse de la mejor manera posible. Debemos establecer una buena relación con la gente, animarles a mantener buenas compañías, y utilizar la sabiduría para alejarles de las malas compañías.
Debemos llegar a conocer a la persona que estamos invitando al Islam. Debemos conocer su nombre. Debemos mostrar que estamos interesados en él como persona y hacerle sentir importante. Debemos conseguir involucrarle en actividades que le beneficien.
Debemos comenzar con lo que es más importante y mantener nuestras prioridades en orden. Nunca debemos tratar de promovernos a nosotros mismos.
Debemos emplear varios enfoques en nuestro trabajo. A veces podemos usar una bella predicación, a veces podemos hacer regalos, y a veces un enfoque indirecto resulta ser lo más efectivo.
Mis estimados hermanos y hermanas que están observando el ayuno, esto es lo que significa llamar a los demás al Islam.
Estas son sus virtudes, sus cualidades, y sus maneras. Cada uno de nosotros puede hacerlo de su propia forma. Una persona puede transmitir a los demás el conocimiento que tiene. Otro puede gastar de su riqueza, usar su reputación, u ofrecer su esfuerzo. De esta manera podemos realizar todo tipo de bien y alejar de nosotros mismos las malas consecuencias de la negligencia.
En este mes de Ramadán, hago un llamado a los estudiantes de conocimiento islámico y os señalo la oportunidad de oro que tenéis en este momento de llamar a los demás a Allah Ta’ala. Los corazones de la gente son lo más receptivos y más sensibles que una persona de conocimiento tiene para ofrecer. Como estudiantes y académicos, debéis, por lo tanto, sentir responsabilidad hacia los demás actuando más en este mes y gastando todos los esfuerzos en el desempeño de vuestras funciones. No abandonando el lugar con excusas.
Yo, también, llamo a aquellos a quienes Allah Ta’ala ha bendecido con abundantes medios. Podéis llevar vuestra riqueza para un efecto positivo mediante el apoyo de los trabajadores islámicos en su trabajo, preparándoles, y publicando libros que beneficien a la gente. Todo esto viene bajo la bandera del trabajo islámico. ¿No queréis ser contados entre los que llaman a los demás a Allah Ta’ala?
Hago un llamamiento a la gente de influencia. Traed vuestra influencia y buena reputación para facilitar los esfuerzos en el llamado a la gente a Allah Ta’ala. Hago un llamamiento a los que están trabajando en los medios. Usad vuestra posición para promover la bondad y para compartir en la llamada a Allah Ta’ala con una buena palabra. Podéis enviar la verdad a lo largo y ancho y participar en todas las enormes recompensas que ello conlleva.
Hago un llamamiento a aquellos que tienen conocimiento de Internet para emplearlo como un medio de invitar a la gente a la bondad durante este prometedor mes. Tenéis la capacidad con menos esfuerzos y gastos de difundir ampliamente la verdad y la bondad. Habláis al mundo mientras estáis sentados en el confort de vuestros hogares.
Hago un llamamiento a todos los musulmanes, hombres y mujeres, a participar en la llamada de la gente a Allah Ta’ala. Necesitamos hacer todo el bien que podamos durante este mes de Ramadán. Debemos dar consejos a aquellos que son negligentes y descuidados. Necesitamos recordar a aquellos de nosotros que perdonan y enseñan a aquellos que no saben.
“Quién hay, que hable mejor que quien llama a Allah, trabaja rectamente, y dice: De hecho soy de los que se someten al Islam”. (Surah Fussilat: 33).
Por: Sheij Muhammad Al-Hamad
Traducido por: Umm Abdulkarim Al Isbaniya
Fuente: http://www.alssunnahnet.com/en/articles.aspx?article_no=1198