Las virtudes de ayunar en verano

Comentó Ibn Rayab respecto de las virtudes de ayunar en verano en “Lata’if al-Ma’arif” (p.272-273):

 “…entre los actos de adoración cuya recompensa es multiplicada durante el calor se encuentra el ayuno, y esto es por la sed que uno experimenta en el calor del mediodía.” 

Esta es la razón por la que Mu’adh bin Yabal expresó pesar en su lecho de muerte ya que no podría experimentar más la sed del mediodía como lo hacían otros musulmanes. 

Se relató que Abu Bakr ayunaba en verano y no ayunaba en invierno (ayunos voluntarios) y que cuando Omar estaba en su lecho de muerte aconsejó a su hijo Abdullah diciendo:“Trata de obtener las características de la fe”, y la primera mencionada es ayunar en el calor intenso del verano. 

Bin Muhammad contó que “Aishah -que Allahe esté complacido con ella- solía ayunar en el calor intenso, y se le preguntó a Al-Qasim qué la llevó a hacer tal cosa, a lo cual contestó: “Se aprovechaba de los días antes de la muerte”. Y algunas de las mujeres virtuosas solían elegir los días más calurosos y ayunar en ellos, diciendo: “Cuando el precio es bajo, todo el mundo compra”, queriendo decir que querían hacer acciones que sólo un pequeño grupo podría debido al duro esfuerzo que eso implica. Esto es, además, indicativo de las altas aspiraciones que estas mujeres tenían. 

Y Abu Musa al Ash’ari oyó, mientras estaba en un bote, a alguien llamarles tres veces diciendo: “¡Pasajeros! ¡Paraos para que os diga una regla que Dios se impuso a si mismo!”. Entonces Abu Musa le dijo: “Háblanos de ella si lo vas a hacer”. Entonces, la persona que les llamaba dijo: “Allah, alabado sea, se impuso a si mismo que quien se pase sed por Allah durante un día de verano, Allah le dará de beber y satisfará su sed en el día de la sed [el Día del Juicio]”. Desde entonces, Abu Musa aguardaba los días más calurosos en los que uno parecía que uno estaba cociéndose de calor, y ayunaba en ellos. 

Ka’b dijo que Allah  -enaltecido sea- le dijo a Musa: “Me he obligado a mi misma a satisfacer la sed en el Día del Juicio de quien pase sed por mi” y otros han dicho que se encuentra escrito en la Tora: “Buenas albricias para los que se someten al hambre pensando en el Gran Día en el que tendrán su hambre satisfecho, y buenas albricias para los que pasan sed anticipando el Gran Día en el que tendrán su sed satisfecha.” 

Al Hasan Al Basri dijo: “una doncella del paraíso hablará al wali de Allah mientras estará recostado con ella al borde de un rio de miel en el Paraíso y mientras le dé un vaso de la bebida más dulce, y le preguntará: “¿Sabes cuándo Allah me casó contigo? Te vio sediento en un largo día de calor, llamó a los ángeles y les dijo: “¡Mirad a mi siervo! Ha abandonado a su mujer y el placer, ha dejado su comida y su bebida por Mí. Sed testigos de que lo he perdonado” y Allah te perdonó ese día y te casó conmigo.”

Y cuando Amir bin Abd Qays fue de Basora hasta la tierra del Sham, Muawiya le preguntó lo que necesitaba. Al principio no pidió nada pero después le dijo: “Todo lo que necesito es que me devuelvas el calor de Basora para que mi ayuno sea más difícil ya que en tus tierras es muy fácil.”

Al Hayay se encontraba en un largo viaje entre la Meca y Medina. Cuando sacó su cena e invitó a un beduino a comer con él. El beduino dijo: “He sido invitado por alguien mejor que tú y he aceptado su invitación.” Preguntó al beduino: “¿Y de quién se trata?”. El hombre contestó: “Allah me invitó a ayunar y ayuné.” Agregó Al Hayay: “¿En este día tan caluroso?” A lo cual el beduino contestó: “Estoy ayunando en anticipación de un día mucho más caluroso”. Al Hayay dijo: “Entonces come hoy y ayuna mañana.” A lo que el hombre contestó: “Sólo si puedes garantizarme que viviré hasta mañana”. Al Hayay dijo: “Pero eso no depende de mí”. El  hombre dijo: “¿Cómo puedes pedirme hacer algo ahora cuando hay algo del futuro que ni siquiera está en tus manos?” 

Ibn Umar y sus compañeros estaban de viaje y al ver un pastor de ovejas decidieron invitarlo a comer con ellos, a lo que el hombre contestó: “Estoy ayunando”. Le contestó Ibn Umar: "¿Estas ayunando en un calor como éste en medio de estas plantas y ovejas?”. Contestó el pastor: “Estoy aprovechando los días que me quedan”. Ibn Umar se quedó impactado por esta respuesta y le dijo: “¿Puedes vendernos una de tus ovejas? Te alimentaremos de su carne cuando rompas tu ayuno, y te daremos dinero por ella”. El cuidador de ovejas le dijo: “No me pertenecen, pertenecen a mi amo”. Ibn Umar dijo: “¿Y qué diría tu dueño si le dijeras que fueron devoradas por un lobo?” El pastor levantó su dedo índice hacia cielo y dijo: “¿Y qué hay de Allah?” Ibn Umar repitió esta frase hasta llegar a la ciudad. Al llegar fue a ver al amo del cuidador de ovejas a quien le compró el pastor y una oveja. Entonces liberó al pastor y le dió la oveja como regalo. 

Y Ruh bin Zinba’ estaba viajando entre la Meca y Medina en un día muy caluroso cuando se le acercó un pastor de ovejas que vivía en una montaña. Ruh bin Zinba’ lo invitó a comer pero el pastor le contestó que estaba ayunando. Lo cual sorprendió a Ruh Bin Zinba’ quien le dijo: “¿Estás ayunando con este calor?” El pastor le contestó: “¿Acaso debería dejar los días pasar en vano?” Entonces Ruh dijo:”Has usado tu días sabiamente, pastor, mientras que Ruh ha malgastado los suyos”. 

E Ibn Umar solía ayunar días adicionales hasta el desmayo pero aún así no rompía su ayuno. Y Al Imam Ahmad ayunaba hasta desmayarse y se limpiaba su cara con agua. Y cuando se le preguntó respecto de pasar una toalla húmeda y rociarse con agua para refrescarse, contestó que no había nada malo en ello. El Profeta -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-  solía echarse agua sobre su cara mientras ayunaba. 

Y Abu Darda` solía decir: “Ayuna los días muy calurosos en anticipación del Día de la Resurrección, y reza dos rak`as en medio de la noche en anticipación de la oscuridad de la tumba”. Y se relató en ambos “Sahih” que dijo: “Salíamos con el Mensajero de Allah -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-  en algunos de sus viajes y un hombre solía pasarse la mano por la cabeza por el intenso calor, y ninguno de ellos estaba ayunando excepto el Mensajero de Allah -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-  y Abdullah Bin Rawahah”. La narración de Muslim añade que Abu ad-Darda' dijo: "Esto se producía durante el mes de  Ramadán." 

Debido a que aquellos que ayunan por Allah en medio del calor son pacientes a pesar de su intensa sed, El ha dedicado una entrada específica del paraíso para ellos. Se trata de la entrada llamada Rayyan, a través de la cual, cualquiera que entre beberá y cualquiera que beba dejará eternamente de sentir sed. Al atravesar dicha puerta, ésta será cerrada ante aquellos que vengan detrás y nadie excepto ellos entrará por ella". 

 

Por: Ibn Rayab al Hanbali 

Traducido por: Umm Abdulkarim

Fuente: http://d1.islamhouse.com/data/en/ih_articles/single/en_The_Virtues_of_Fasting_in_the_Summer.pdf

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