¿Por qué Odiáis a Muhammad mientras que Él ama a Jesús? VII

51. Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) encomienda que quien de los musulmanes alcance a ver al Mesías que le salude 

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “Quien de vosotros alcance a ver a Jesús hijo de María, que le transmita el saludo de mí parte”. 

52. El Mesías (la paz sea con él) desciende ante el minarete blanco oriental de Damasco

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “Cuando descienda el Anticristo, el tuerto mentiroso, descenderá el Mesías hijo de María, en el minarete blanco al este de Damasco, usando dos piezas de ropa teñidas con azafrán, poniendo sus manos sobre las alas de dos ángeles. Cuando el Anticristo lo vea se disolverá como la sal en el agua. Pero Jesús lo buscará hasta que lo encuentre en la puerta este de Ludd  donde lo matará con la lanza, con la distancia de diez pasos”. 

 

53. Modestia del Mesías (la paz sea con él) al rezar detrás del Mahdi 

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “Jesús hijo de María descenderá, y su líder, el Mahdi dirá: ‘Ven y guíanos en la oración’, pero él dirá: ‘No, uno de ustedes debe hacerlo, como un honor de parte de Dios hacia esta comunidad’”. 

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “Parte de mi Comunidad seguirá luchando aferrada a la Verdad hasta el día del Juicio Final, luego descenderá Jesús hijo de María, y su líder, el Mahdi dirá: ‘Ven y guíanos en la oración’, pero él dirá: ‘No, uno de ustedes debe hacerlo, como un honor de parte de Dios hacia esta comunidad’”. 

 

54. A causa de la lucha del Mesías (la paz sea con él) en el camino de Dios, Dios librará al mundo de las mayores tribulaciones (como el Anticristo, los judíos y Gog y Magog)

Se transmitió de An Nawás Ibn Samán, Allah esté complacido con él, que dijo:

“El Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nos recordó al Anticristo una mañana, y habló tanto sobre él de tal manera que pensamos que ya se encontraba cerca de nosotros. Y cuando volvimos a él, se dio cuenta de lo asustados que estábamos al ver nuestros rostros y nos preguntó: ‘¿Qué os pasa?’

Dijimos: ‘¡Oh Mensajero de Dios, nos has recordado al Anticristo esta mañana, abundando en cuestiones sobre él de tal forma que pensamos que ya se encontraba cerca de nosotros!’

Dijo: ‘No es el Anticristo lo que más me asusta para vosotros, pues, si aparece estando yo con vosotros, seré yo únicamente quien se oponga a él; y si aparece cuando yo no esté con vosotros, cada uno se defenderá a sí mismo y únicamente tendrá a Dios como protector.

Ciertamente, será un joven de pelo crespo y su ojo no verá. Y le veo cierto parecido con Abdiluzza Ibn Qatan. Quien de vosotros alcance a verlo, que le recite las primeras aleyas de la Sura de La Cueva.

Ciertamente, saldrá entre Sham  e Iráq y llevará la corrupción a diestro y siniestro.

¡Oh siervos de Dios, sed firmes!’

Preguntamos: ‘¿Mensajero de Dios, y cuánto permanecerá en la Tierra?’

Dijo: ‘Cuarenta días: un día será como un año, otro como un mes, otro como si fuera una semana y el resto de los días como vuestros días’.

Preguntamos: ‘¿Mensajero de Dios, en el día que será como un año, nos bastaría en él, la oración de un día?’

Contestó: ‘¡No, calculad su tiempo!’

Preguntamos: ‘¿Y cuál será su celeridad en la Tierra?’

Dijo: ‘Será como el viento que viene tras la lluvia y seca lo que ha mojado. Acudirá a las gentes y las invitará, y ellos creerán en él y le responderán.

Ordenará al Cielo y lloverá; ordenará a la Tierra y crecerán las plantas.

Por lo cual, los animales regresarán en todo su apogeo, completamente saciados, repletos de leche y de anchos flancos.

Después acudirá a otra gente y le invitará, pero ésta rechazará su palabra. Y él se alejará de ella.

Amanecerá en una tierra completamente árida y no quedará ninguna riqueza en sus manos.

Pasará por unas ruinas antiguas y dirá: ‘¡Saca tus tesoros!’

Y le seguirán como si fueran zánganos de colmena.

Después llamará a un hombre joven en toda su plenitud, le golpeará con la espada y lo convertirá en dos trozos de un sólo golpe. Después lo volverá a llamar y lo resucitará. Acudiendo de nuevo a él y con el rostro sonriente.

Entre tanto Dios enviará al Mesías, hijo de María, (la paz sea con él). Descenderá ante el minarete blanco oriental de Damasco entre dos ropajes. Y las palmas de las manos bajo las alas de dos ángeles que lo descenderán. Al inclinar su cabeza caerán gotas de agua y al levantarla descenderá de él un sudor como perlas plateadas.

Y todo infiel que encontrara el olor de su respiración, moriría.

Y su respiración llegará hasta donde llegue su vista. Buscaría (al Anticristo), hasta alcanzarlo y matarlo en la puerta de Ludd .

A continuación acudirá Jesús (la paz sea con él) a la gente que no creyó en el Anticristo, a los que Dios había puesto a salvo de él. Frotará sus rostros y hablará de sus grados en el Jardín.’

Mientras tanto, Dios, El Altísimo, inspiró a Jesús, la paz sea con él: ‘¡Ciertamente, Yo he salvado a unos siervos míos a los que nadie podrá combatir. Ve, pues, con mis siervos al monte para que se defiendan!’.

Dios enviará a Gog y Magog. Un pueblo inmenso de gentes que saldrán corriendo por todas partes. Los primeros pasarán por el lago Tiberiades  y se beberán todo su contenido. Después pasarán los últimos y dirán: ‘¡Aquí hubo una vez agua!’

Y se verán rodeados en la montaña el Profeta de Dios Jesús (la paz sea con él) y sus compañeros, hasta tal punto que el precio de una cabeza de toro para uno de ellos, fuese de más valor que cien dinares de cada uno de vosotros hoy.

Invocarán a Dios y le pedirán, el Profeta Jesús (la paz sea con él) y sus compañeros que los extermine.

Y Dios hará caer gusanos sobre sus cuellos y aparecerán muertos todos a la vez.

Después, al descender el Profeta de Dios Jesús (la paz sea con él) y sus compañeros a la Tierra, no encontrarán en ella un sólo palmo que no esté cubierto por el mal olor de los cadáveres.

Jesús (la paz sea con él) y sus compañeros pedirán a Dios que los libre de ese mal y El Altísimo les enviará pájaros como cuellos de camello de grandes que los llevarán y los arrojarán donde Dios quiera.

A continuación mandará Dios una lluvia tal que no quedará casa ni nada que se esconda hasta dejar la Tierra limpia como un espejo.

Después se le dirá a la Tierra: ‘¡Crece y hecha tus frutos! ¡Devuelve tu bendición!’

Ese día, todo un grupo de gente podrá comer de una sola granada y se cobijarán a la sombra de su cáscara. Se les bendecirá la leche hasta dar una camella lo suficiente para un grupo de gente. Y una buena vaca lechera dará para toda una tribu. Y la de la cabra para un clan de la tribu.

Entre tanto, Dios enviará un viento bueno que los cogerá por debajo de las axilas, tomando el alma de cada creyente y de cada musulmán. Y quedarán los peores de toda la gente, copulando como lo hacen los burros, en presencia de todos.

Y para ellos habrá llegado la Hora”. 

 

55. El Mesías (la paz sea con él) romperá la Cruz y matará al cerdo

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “¡Por Aquel en Cuyas manos está mi alma! Está cerca (el momento) en que ‘Jesús el hijo de María descenderá entre vosotros como un juez justo y romperá la Cruz, matará los cerdos y depondrá la Yizia ; la riqueza abundará hasta el punto de que nadie aceptará (limosnas), y acabará el odio y el rencor entre la gente”. 

 

56. El Mesías (la paz sea con él) ama a los musulmanes, frotará sus rostros y hablará de sus grados en el Jardín

Como fue mencionado en el hadiz anterior: “…A continuación acudirá Jesús (la paz sea con él) a la gente que no creyó en el Anticristo, a los que Dios había puesto a salvo de él. Frotará sus rostros y hablará de sus grados en el Jardín.’

Mientras tanto, Dios, El Altísimo, inspiró a Jesús, la paz sea con él: ‘¡Ciertamente, Yo he salvado a unos siervos míos a los que nadie podrá combatir. Ve, pues, con mis siervos al monte para que se defiendan!’”.

 

57. La vuelta del Mesías (la paz sea con él) a la tierra es una gracia de Dios hacia la humanidad

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “¡Qué bendición será vivir luego del Mesías! ¡Qué bendición será vivir luego del Mesías! Se ordena al cielo lluvia abundante, a la tierra abundante vegetación, de tal modo que si siembras sobre una roca saldrá de ella fruto. No habrá odio ni rencor. Tanto que si el hombre pasa cerca de un león éste no le hará daño, y si pisa una serpiente tampoco le hará daño”. 

 

58. La paz prevalecerá en la tierra en el tiempo del Mesías (la paz sea con él) incluso entre animales y humanos

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “Los Profetas son como hermanos: tiene diferentes madres pero su religión es una sola. Yo soy el más cercano de todas las gentes a Jesús hijo de María, porque no hay otro Profeta entre él y yo. Él volverá a venir, y cuando lo vean lo reconocerán. Él es de estatura media y su color de piel es entre rojo y blanco. Estará usando dos prendas de vestir, y su cabello parecerá estar mojado. Romperá la cruz, matará a los cerdos, abolirá la Yizya , invitará a la gente al Islam y destruirá al Anticristo. Luego habrá paz y seguridad sobre la tierra, los leones y los camellos comerán del mismo pasto, tigres con ganado, y lobos con ovejas; los niños podrán jugar con serpientes sin que les hagan daño. Jesús se quedará en la tierra por cuarenta años, luego morirá, y los Musulmanes rezarán por él”. 

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “¡Qué bendición será vivir luego del Mesías! ¡Qué bendición será vivir luego del Mesías! Se ordena al cielo lluvia abundante, a la tierra abundante vegetación, de tal modo que si siembras sobre una roca saldrá de ella fruto. No habrá odio ni rencor. Tanto que si el hombre pasa cerca de un león éste no le hará daño, y si pisa una serpiente tampoco le hará daño”. 

 

59. El Mesías (la paz sea con él) realizará Peregrinación Mayor o Menor

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “¡Por Aquél en cuyas manos está mi vida! Que el hijo de María, ciertamente invocará el nombre de Dios en el Hayy (Peregrinación Mayor) o en la Umrah (Peregrinación Menor) o en ambos en el valle de Rauha ”. 

 

60. El Mesías (la paz sea con él) muere después de quedar en la tierra por siete años

Dijo el Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “Saldrá el Anticristo a mi pueblo y permanecerá cuarenta. No sé si cuarenta días, o cuarenta meses, o cuarenta años.

Y Dios, el Altísimo, enviará a Jesús hijo de María (la paz sea con él) y lo buscará para acabar con él.

Después permanecerá la gente siete años en tiempo de paz sin que haya enemistad entre dos.

Y a continuación Dios, Poderoso y Majestuoso, enviará un viento frío procedente de Sham  que no dejará sobre la faz de la Tierra a nadie que tenga una pizca de bien o de fe en su corazón y al que no le haya sido arrebatado su espíritu por dicho viento y muera. Y aunque cualquiera de vosotros entrara al interior de una montaña, entraría el viento en pos de él hasta atraparlo y matarlo.

Quedará solamente la gente malvada sin conciencia ni razón. No distinguirán entre lo lícito e ilícito, ni entre lo bueno y lo malo.

Se presentará ante ellos Satanás en forma de persona y les dirá: ‘¿Es que no me vais a seguir?’

Dirán: ‘¿Y que nos ordenas?’

Y les ordenará la adoración a los ídolos a pesar de vivir con toda clase de lujo y de bienestar.

Después tronará la trompeta y cada uno inclinará su oído de un lado y de otro para escuchar. Y el primero en oír el estruendo, será un hombre que estará arreglando el abrevadero de sus camellos, y se desvanecerá de forma fulminante junto con los demás a su alrededor.

Después, Dios enviará una lluvia ligera (probablemente de semen) con la que crecerán los cuerpos de la gente.

A continuación sonará por segunda vez la trompeta y ellos en pie mirando.

Después se dirá: ‘¡Gentes, acudid a vuestro Señor! Allí detenidos el Día del Juicio, darán cuenta de sus actos.

Se les dirá a los ángeles encargados: ‘¡Sacad a los del Fuego!’

Se preguntará: ‘¿Cuántos?’

Y se dirá: ‘De cada mil, novecientos noventa y nueve irán al Fuego y uno al Jardín.’

Ese será un día tremendo y parecerá como si el pelo de los niños se volviera blanco y en el que se descubrirá la tremenda realidad de los asuntos”. 

 

Traducido por: Muhammad Kanafani & Zahra Ibáñez 

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