Los modales del musulmán III

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LA VERACIDAD

Se cuenta que había un hombre que caía mucho en los pecados, este hombre se dio cuenta de la cantidad de defectos que tenía y decidió consultar a un sabio la manera de corregirlos. Después de escucharle, el sabio le aconsejó centrarse sobre el único defecto de la “mentira” y que fuera sincero y veraz fuera lo que fuera la situación en la que se encontrara, el hombre le prometió seguir su consejo. Tiempo después, este hombre se le antojó beber alcohol, compró una botella y llenó un vaso, antes de beberlo pensó: ¿le digo al sabio que he bebido alcohol si me pregunta? ¿Le miento? No, no, jamás beberé alcohol. Otro día estuvo a punto de caer en otro pecado pero recordó la promesa que hizo al sabio y lo dejó y así, cada vez que tenía la tentación de caer en un pecado se acordaba de la promesa y lo dejaba para no mentirle al sabio, de esta manera y con el paso de los días gracias a la sinceridad (veracidad) el hombre pudo corregir todos sus defectos. 

También se cuenta que había un niño que mentía mucho cuando hablaba en serio y también cuando bromeaba y un día mientras se bañaba en la playa fingió que se estaba ahogando, sus compañeros asustados corrieron hacía él para socorrerle cuando empezó a reírse y burlarse de ellos, y no fue la única vez, cada vez que encontraba una oportunidad les gastaba bromas de este tipo. Una vez, el mar estaba revuelto y de verdad estuvo a punto de ahogarse pero sus gritos no tuvieron respuestas porque sus amigos creyeron que se trataba de otra broma de las suyas, cuando pudo salir porque unas personas fueron a socorrerle les dijo que Allah le había castigado por sus mentiras y les prometió no volver a mentir más.

¿Qué es la veracidad?

La veracidad es decir la verdad y que los dichos correspondan a la realidad. Allah, Elevado sea, nos aconsejó ser sinceros (veraces), dice en el sagrado Corán en la Sura de Tauba (El Arrepentimiento, 119): “¡Creyentes! Temed a Allah y estad con los sinceros.” Y también dice en la Sura de An-nisa (Las Mujeres, 122): “Y ¿quién es más veraz que Allah cuando dice algo?”. No hay nadie más veraz y sincero que Allah, elevado sea, y el verdadero discurso es el de Su sagrado libro, dice en la Sura de Al-ahzab (La Coalición, 22): “Esto es lo que Allah y su Enviado nos habían prometido. ¡Dios y su Enviado decían la verdad!”.

 

La veracidad de los profetas

Allah alaba en su sagrado libro a muchos de Sus profetas por su veracidad, dice, elevado sea refiriéndose a Ibrahim, que la paz de Allah sea con él, en la Sura de Mariam (María, 41): “Y recuerda en la Escritura a Abraham. Fue veraz, profeta”, y en la aleya 54 de la misma Sura refiriéndose a Ismael, que la paz sea con él: “Y recuerda en la Escritura a Ismael. Fue cumplidor de su promesa. Fue enviado, profeta.”(María, 59). En la Sura de Yusuf Allah describe a Su profeta Yusuf: “¡José, veraz!” (José, 46), también en la Sura de Mariam, Allah habla de Su profeta Idris en la aleya 56: “Y recuerda en la Escritura a Idris. Fue veraz, profeta.” (María, 56).

La veracidad era la característica principal de nuestro profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, su gente le llamaban “As-sidiq al Amin” (el veraz y el que es digno de confianza). Cuando tuvo la primera revelación, nuestra madre Jadiya, que Allah esté complacido con ella, le dijo: “Eres el que siempre dice la verdad”.

Los diferentes tipos de veracidad

El musulmán debería ser sincero y veraz con Allah, Elevado sea, con la gente que le rodea y consigo mismo.

La veracidad y la sinceridad con Allah: todas las obras que realiza el musulmán deberían ser por y para Allah y sin hipocresía. Cualquier musulmán que obra sin que su intención sea agradarle a Allah, Elevado sea, su obra no será aceptada, el musulmán debería ser sincero en todas sus obras y debería cumplirlas tal y como Allah le mandó.

La veracidad y la sinceridad con el resto de la gente: el musulmán no debería mentir, se narra que el profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “Es una gran traición decirle mentiras a tu hermano musulmán mientras él cree lo que le estás diciendo”. Lo narró Ahmad.

La veracidad y la sinceridad consigo mismo: el musulmán sincero no engaña a sí mismo, reconoce sus defectos e intenta corregirlos, sabe con certeza que la veracidad es el buen camino hacia la salvación del infierno, dice el profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: "La sinceridad es la confianza y la mentira es la duda" (relatado por At-tarmidhî).

Los beneficios de la veracidad

Allah alaba en su Sagrado Libro a los veraces, dice que son los más temerosos que lograrán el Paraíso como recompensa por su veracidad: “¡Ésos son los hombres sinceros, ésos los temerosos de Allah!”. (La Vaca, 177). Y también dice, Elevado sea: “Allah dice: «Este es un día en que su sinceridad aprovechará a los sinceros. Tendrán jardines por cuyos bajos fluyen arroyos, en los que estarán eternamente, para siempre». Allah está satisfecho de ellos y ellos lo están de Él. ،Ése es el éxito grandioso!”. (La Mesa, 119). La veracidad produce la tranquilidad anterior y es el camino para salvarse en esta vida y en la otra, dice el profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: "Mantened la verdad aunque veis en ella la pérdida, ya que ciertamente en ella está la salvación", Y también dice, que la paz sea con él: “La veracidad lleva a la corrección, y la corrección lleva al Paraíso. En adición, un hombre se mantiene diciendo la verdad hasta que se vuelve una persona veraz. (Por el contrario) la falsedad lleva al pecado y a hacer el mal, y el pecado lleva al Fuego (del Infierno), y la persona puede seguir diciendo mentiras hasta que es registrado ante Dios como un mentiroso”.

La mentira

La mentira es hablar de lo que no corresponde con la verdad y la realidad, es uno de los signos de la hipocresía. Dice el profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: “Los signos del hipócrita son tres: Cuando habla, miente, si promete no cumple y si se confía en él, traiciona”.

El verdadero creyente nunca miente, un día le preguntaron al profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él:

El creyente puede que sea cobarde, les contestó: sí

El creyente puede que sea tacaño, les contestó: sí

El creyente puede que sea mentiroso, les contestó: sí. Lo narró Malik.

El mentiroso no puede ocultar sus mentiras porque se le acaba notando. Dijo Ali ibn Abi Talib: “El que quiera ocultar algo su lengua y las expresiones de su cara le delatan”.

No existen mentiras blancas o negras, ni mentiras pequeñas o grandes, todo tipo de mentiras está prohibido. El musulmán será preguntado y castigado por cada mentira que haya podido decir por muy pequeña que sea. Asma hija de Yazid, le dijo al profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él:

Oh profeta de Allah si alguna de nosotras dijo algún día que se le antoja algo sin que esto fuera verdad ¿se le considera como mentira?, el profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él le contestó: “La mentira se cuenta como mentira y las mentirilla se cuenta como mentirilla.” Lo narró Ahmad. (interpretación del significado).

Abdullah Ibn Amir narra que una vez su madre le llamó en la presencia del profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, diciéndole: "¡Ven! Que te voy a dar algo". Miró el profeta a su mano y le preguntó "¿Qué le quieres dar?" Respondió: "Tengo dátiles, Mensajero de Allah", replicó él: "Si no tuvieras nada que darle, se te hubiera anotado una mentira”, lo narró Abu Daud.

La mentira permitida

Hay tres situaciones en las cuales se le permite al musulmán mentir y no será castigado por ello es más será recompensado:

Una de estas situaciones es cuando una persona obra como mediador entre dos partes que discuten para reconciliarlos, si no se puede lograr reconciliación mediante otras formas, se le puede decir a uno que la otra persona le quiere y sólo habla bien de él y decirle al otro lo mismo.

Mentirle a los enemigos: si el musulmán se encuentra obligado a aportar información acerca de su país al enemigo puede mentirles para no perjudicar así a su nación.

En la vida matrimonial: Otro ejemplo es cuando un hombre habla con su esposa, o una mujer habla con su esposo, en cuando a temas que fortalecen los lazos de amor entre ellos, aunque esté acompañado de exageración. Este acto tendrá su recompensa.

El musulmán no debe mentir cuando bromea ni cuando alaba a alguien. El profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, desaconsejó la hipocresía. Dice en un hadiz: “Cuando vean a los que elogian exageradamente a la gente, tírenle tierra en sus caras” Lo narró Muslim.

 

Existen personas que mienten al bromear para hacer reír a los demás y este acto lo aborreció el profeta, que la paz y las bendiciones de Allah con él: “maldición tendrá quien cuenta una historia para hacer reír a la gente, y miente para ello, ¡maldición tendrá él!, ¡maldición tendrá él!” lo narró At-tirmidhi.

Dice el profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: "Yo garantizo una casa en el centro del paraíso para quien deje de mentir, aunque estuviera bromeando". Lo narró Abu-Daud.

Traducido por: Nur Al Huda

Fuente: http://islam.aljayyash.net/encyclopedia/book-1-4

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