Musulmanas: La reina creyente (Asiyah bint Muzahim)
Vivió como reina en los palacios, y se acostumbró a los lujos y comodidades de la vida de los reyes. Vio la opresión del poder, la tiranía del rey y la obediencia de los seguidores y los súbditos. Sin embargo, estaba harta de ver tanta desviación, así que la fe iluminó su corazón e ilustró su intelecto.
Pidió a Allah que le salvara de aquella vida y Allah escuchó sus plegarias y le respondió, de ella hizo un ejemplo para aquellos que creen. Dice Allah Enaltecido sea: “Y Allah les pone un ejemplo a quienes creen: La mujer de Faraón cuando dijo: ¡Señor mío! Haz para mí una casa, junto a Ti, en el Jardín, sálvame del Faraón y de sus actos; y sálvame de la gente injusta”. (Sura de la Prohibición: 11)
El Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él dijo: “Las mejores mujeres de entre la gente del Paraíso son: Jadiya hija de Juwaylid, Fatimah hija de Muhammad, Maryam (María) hija de Imran y Asiyah hija de Muzahim esposa de Faraón.” (relatado por Ahmad).
Asiyah bint Muzahim, la esposa de Faraón, es el modelo eterno en el Corán de una creyente fiel a su Señor. Cuando ésta conoció el sendero de Allah lo siguió sin temor alguno a la desviación o a la injusticia de su familia, ya que su fe era inquebrantable. Todas las amenazas de Faraón no sirvieron de nada, no pudieron alejarla del camino recto, puesto que comerció con Allah, y es un buen comercio. Vendió las riquezas, los palacios y las sirvientas por un elevado precio: una casa en el Paraíso, una recompensa generosa para los fieles.
Asiyah fue mencionada en la historia de Moisés - la paz sea con ellos - cuando Allah le reveló a la madre de Moisés que lo metiera en una caja, y que lo dejara en el Nilo; la caja se la llevó una corriente de agua hasta llegar al palacio de Faraón y las sirvientas llevaron la caja a su esposa Asiyah y cuando vio la cara del niño lo quiso mucho ya que ella no tenía hijos.
El Faraón se fue para asesinar al niño, como solía hacer con todos los recién nacidos varones de Banu Israel, pero su esposa le pidió que no lo hiciera, para que fuese como una recompensa para ellos. Por lo tanto, Allah hizo que Moisés viviese en la casa de Faraón.
Allah, Enaltecido sea dijo: “E inspiramos a la madre de Moisés: Amamántalo y cuando temas por él, déjalo en el río, y no temas por él ni estés triste porque te lo devolveremos y haremos de él uno de los enviados. Lo acogió la familia del Faraón para terminar siendo para ellos un enemigo y un motivo de tristeza; verdaderamente Faraón, Haman y sus ejércitos estaban descarriados. Dijo la mujer del Faraón: Será mi alegría y la tuya, no lo matéis, quizás nos sea útil o lo adoptemos como hijo. Pero ellos no presentían.” (Sura del Relato: 7-9).
Asiyah era una mujer inocente, de una mente consciente y con un corazón misericordioso. Rechazó la locura de su marido, y no creó en él cuando éste afirmaba que era un dios descendiente de dioses.
Cuando creció Moisés y viajó a Madián huyendo de la opresión del Faraón y sus soldados, volvió a Egipto de nuevo –después de haber sido enviado por Allah- y la esposa de Faraón fue la primera en creer en él.
El Faraón se dio cuenta de la fe de su esposa y se enfadó muchísimo: ¿Cómo podía su esposa creer en otro Dios, serle infiel y apoyar a su enemigo? Y ya que le costó creer que ella no le apoyara en sus creencias, la torturó para que renunciase a su fe, pero ella siguió creyendo en Allah y se mantuvo firme, y hasta encontró dulzura en sus dolores por Allah.
El Faraón ordenó a sus soldados que la ataran entre cuatro clavijas y que la fustigasen. Ella era paciente y esperaba la recompensa de Allah en el Más Allá por todo este dolor. Luego, les ordenó que pusieran un molino sobre su pecho, y una gran roca sobre su cuerpo, entonces ella pidió a Allah que le salvara de Faraón y de sus malas acciones.
Allah respondió a sus súplicas y su alma ascendió bajo la sombra de los ángeles y pudo ver su sitio en el Paraíso. Era una mujer que creía en Allah y había aguantado todo tipo de torturas por la fe, por lo que mereció ser una de las mujeres eternas del Paraíso.
Dijo el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: “Muchos entre los hombres han logrado la perfección pero entre las mujeres ninguna alcanzó la perfección excepto Maryam (María) hija de Imran y Asiya la esposa de Faraón. Y la superioridad de Aisha respecto del resto de las mujeres es como la superioridad del Zarid (comida tradicional árabe).” (relatado por Al Bujari).
Por: Ali Ben Nayef Al Shahud
Traducido por: Sabah Chentouf
Fuente: http://www.islam.aljayyash.net/encyclopedia/book-14-6