Los colores

los colores

Signos para gente que reflexiona

En el nombre de Dios el Compasivo, el Misericordioso

Alabado sea Dios, Señor de los Mundos. Que la paz y las bendiciones de Allah sean con Su Profeta y Mensajero Muhammad, con su familia, sus compañeros y con todos aquellos que sigan su senda hasta el Día del Juicio. 

En esta pequeña reflexión me gustaría hablar de los colores, una de las innumerables gracias (ni’am) que Allah nos ha concedido de manera permanente en esta vida y a la que a veces no damos la importancia que merece.

 “Si os pusierais a contar las gracias de Allah, no podríais enumerarlas. Ciertamente, Allah es indulgente, misericordioso” (Corán 16/18)

No cabe duda de que los colores tienen un gran impacto en nuestras vidas, tanto que sería difícil o casi imposible imaginar nuestra existencia en un mundo ausente de colores. Influyen en el estado de ánimo, en la psicología del ser humano en tanto en cuanto pueden hacer que un ambiente parezca alegre o sombrío, frío o cálido, etc. De hecho, son un elemento fundamental en la policromía y arquitectura.

Pero aún hay más, se ha podido comprobar que los colores tienen notables efectos fisiológicos sobre el organismo. Los estudios han avanzado tanto que en la actualidad existe un método llamado cromoterapia que estudia el tratamiento de algunas enfermedades mediante la utilización de colores.

¿Qué es entonces el color?

El color no es una característica inherente a cada objeto, sino una percepción subjetiva del cerebro en respuesta a la estimulación de ciertos mecanismos nerviosos del ojo por la energía luminosa. Por lo tanto, no sería posible hablar de los colores sin la previa existencia de la luz, otro gran don que Allah nos ha concedido en esta vida. La intensidad de la luz y la longitud de sus ondas es lo que determina la luminosidad y el matiz del color que percibe nuestro ojo. La luz solar es igualmente la responsable de la sucesión del día y la noche.

Allah dice en el Corán: “Y ha puesto para vuestro servicio la noche y el día, el sol y la luna, así como las estrellas están sometidas por Su Mandato; es cierto que en ello hay signos para gente que razona. Y todo lo que para vosotros ha producido en la tierra con distintos colores; verdaderamente en ello hay un signo para la gente que recapacita (16:12-13)

“¡Bendito sea Quien puso en el cielo constelaciones y puso una lámpara y una luna luminosa! Él es Quien ha dispuesto que se sucedan la noche y el día para quien quiera recapacitar o agradecer”. (25:61-62)

 “Él es Quien ha dispuesto para vosotros la noche para que en ella descansarais y el día para que vierais; ciertamente en ello hay signos para la gente que escucha. (10:67)

“Él es Quien ha hecho de la noche un vestido para vosotros y del sueño un descanso. Y ha hecho el día como dispersión”. (25:47)

Estudios recientes han comprobado que la percepción de la luz diurna- que llega hasta el cerebro a través de la retina- favorece la secreción de serotonina y dopamina, sustancias que activan la atención y estimulan la actividad del organismo. Por el contrario, en ausencia de estímulos luminosos, aumentan los niveles de melatonina, que es la hormona que regula nuestros patrones de sueño.

Estos mismos estudios advierten de las graves consecuencias fisiológicas y psicológicas que conlleva alterar este ciclo natural de actividad al que se conoce como “reloj biológico”. La depresión, el insomnio crónico, el deterioro de la memoria, la irritabilidad, los trastornos alimenticios y hormonales son algunas de estas consecuencias.

Son numerosas las aleyas del Corán en las que Allah (ensalzado sea) hace referencia a la creación, la naturaleza, los colores y su influencia en nuestras vidas, estado de ánimo y energía.

 “Y entre Sus signos está la creación de los cielos y de la tierra, la diversidad de vuestras lenguas y de vuestros colores. Ciertamente hay en ello signos para los que saben” (Sura 30:22).

El primer color mencionado en el Corán es el amarillo intenso. “…Dice que es una vaca de un color amarillo intenso que alegra a los que la miran" (2:69) De esta aleya se deduce que el color amarillo intenso influye positivamente en el estado de ánimo de las personas.

En la psicología del color –que es una rama reciente de la psicología dedicada al estudio del efecto de los colores en la conducta humana– el amarillo es considerado fuente de energía, alegría y optimismo.  Se utiliza en el tratamiento de pacientes con gran depresión, problemas de concentración o fatiga mental.

Sin embargo, el color del Islam por antonomasia es el verde.

“Y Él es Quien hace que caiga agua del cielo; con ella hacemos surgir el germen de todo y de ahí hacemos brotar verdor del que sacamos la mies. Y de la palmera, cuando echa sus brotes, hacemos que salgan racimos de dátiles apretados. Y jardines de vides, olivos y granados, semejantes y distintos. Observad sus frutos cuando fructifican y maduran. Es cierto que en eso hay signos para los que creen” (6:99).

 Es el color de la clorofila, de la vegetación, de la naturaleza, del florecimiento y por tanto, el color de la vida.

En una de las aleyas dice: “¿Es que no ves que Allah hace que caiga agua del cielo y con ella reverdece la tierra? Ciertamente Allah es benévolo, conocedor de lo más recóndito” (22: 63)

Allah (ensalzado sea) utiliza asimismo el color verde para describir la vestimenta de los moradores del Paraíso asi como los cojines y alfombras sobre los que descansarán.

“Reclinados en cojines verdes y bellas alfombras” (55:76)

“Para ésos serán los jardines del Edén, por cuyos bajos fluyen arroyos. Se les adornará allí con brazaletes de oro, se les vestirá de satén y brocado verdes, estarán allí reclinados en divanes. ¡Qué agradable recompensa y qué bello lugar de descanso!”  (18:31)

En otra aleya Allah dice:

“Vestirán de verde satén y de brocado y llevarán brazaletes de plata. Su Señor les servirá una bebida pura”. "Esto se os ha dado como retribución. Vuestro esfuerzo ha sido agradecido” (76:21-22)

El Paraíso es la recompensa de los bienaventurados, de los temerosos de Dios. Es el descanso, la felicidad eterna, lugar de paz y tranquilidad.

El Creador de los cielos y la tierra y cuanto en ellos hay podía haber elegido otro color a la hora de describir el Paraíso o simplemente no especificar ninguno, pero ha decidido que sea el color verde.

Se ha demostrado científicamente que el color verde disminuye la presión sanguínea, reduce el ritmo cardíaco y favorece la relajación muscular. Es usado en el tratamiento de úlceras, neuralgias y jaquecas. Es el color más fácil de visualizar por el ojo humano o dicho de otra manera, es el que menos cansa nuestra vista.

Es el color predominante en el material quirúrgico textil y el de los uniformes de los médicos y cirujanos.

Es considerado el color opuesto al rojo; de hecho, en las señales de tráfico el rojo indica restricción o peligro mientras que el verde indica seguridad o libertad de circulación.

 En cromoterapia lo definen como símbolo de paz, armonía, seguridad, esperanza y fecundidad. Es considerado un color sedativo y muy relajante.

Allah ha hecho que el color predominante del Paraíso sea fuente de bienestar y relajación en esta vida.

Otro de los colores mencionados por Allah en el Corán es el blanco, símbolo de pureza, de pulcritud e inocencia. Es el color de los rostros de aquellos a los que Allah tendrá eternamente en Su Misericordia.  “Aquellos cuyos rostros se vuelvan blancos estarán eternamente en la misericordia de Allah” (3:107). Blanco es también el color del vino que gustarán los moradores del Paraíso. “A su alrededor se harán circular copas de un vino de manantial. Blanco y dulce para quienes lo beban. No producirá indisposición ni se embriagarán con él. A su lado habrá unas que sólo tendrán mirada para ellos, de grandes ojos. Como huevos escondidos” (37:44-49).

Algunos comentaristas del Corán ven en la expresión “como huevos escondidos” una referencia a los huevos de avestruz que ésta esconde para protegerlos y que son de una gran belleza por su color blanco y amarillento. 

Los expertos consideran que este color transmite calma y quietud, lo denominan el color de la creación ya que el blanco es la síntesis de todos los colores a los que se accede cuando descomponemos su luz por medio del prisma. Recomiendan su uso en la práctica de disciplinas metafísicas e incluso en aquellas actividades profesionales en las que es importante dar una imagen de limpieza y transparencia.

En una de las aleyas del Corán en las que aparece el color rojo, Allah hace referencia a uno de los signos más evidentes del fin del mundo. “Cuando el cielo se raje y sea como el cuero rojo” (55:37).

La cromoterapia atribuye al rojo ciertos efectos fisiológicos como el aumento de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial, aceleración de la circulación sanguínea y del ritmo respiratorio, síntomas que padece el individuo en estados de alerta.  Es un color muy intenso a nivel emocional y lleva asociado la connotación de peligro. No es fruto de la casualidad que sea el más empelado en las señales de acceso restringido, salidas de emergencia, luces de alarma, etc.

El negro, por su parte, es la ausencia de color y en muchas culturas es símbolo externo de pena, dolor y tristeza (luto, crespones…) En el Noble Corán, Allah utiliza el color negro para referirse a sentimientos de deshonra, pena, ira y fracaso. “El día en que unos rostros se vuelvan blancos y otros negros. Aquellos cuyos rostros se ennegrezcan… ¡Renegasteis después de haber creído, gustar pues el castigo porque no creísteis!” (03:106) Allah atribuye el color negro al rostro de aquellos que no creyeron en Sus signos, a los perdedores el Día del Juicio Final.

“El Día del Levantamiento verás a quienes mienten sobre Allah con el rostro ennegrecido. ¿Acaso no hay en Yahannam un refugio para los soberbios?” (39:60)

“si cuando a uno de ellos se le anuncia el nacimiento de lo que atribuye al Misericordioso, se le muda el semblante ensombreciéndose y tiene que contener la ira” (43:17)

En otra aleya, Allah utiliza el color negro para describir el estado de deshonra en que se encontraban los progenitores cuando se les anunciaba el nacimiento de una niña en la época pre-islámica. “Y cuando alguien de ellos se le anuncia el nacimiento de una hembra su rostros se ensombrece y tiene que contener la ira” (16:58)

Para finalizar esta reflexión quisiera hacer referencia a la manera en la que el Creador del universo nos ha ofrecido una muestra de cómo han de combinarse los colores en perfecta armonía, utilizándolos en nuestro beneficio y acorde a nuestra naturaleza humana.

Allah ha decidido que el aire y el agua, dos elementos esenciales para la vida de los seres vivos y con los que debemos estar continuamente en contacto, sean incoloros de manera que no interceda en nuestro campo visual ni agote nuestra visión.

Si analizamos el color del cielo y la tierra que son las superficies más amplias que nos rodean, vemos que han sido dotadas de un color claro y sin grandes contrastes. El Color azul claro del cielo nos transmite una sensación de amplitud, de libertad o de profundidad.

 Si seguimos observando, veremos que Allah ha atribuido a la vegetación el color verde y a los mares y océanos un color azul más intenso que el del cielo. Ahora bien, si nos fijarnos en los elementos o en las especies que habitan el fondo marino, en las aves del cielo y en los animales y plantas que cubren la superficie terrestre, podremos ver infinitas gamas y combinaciones de colores, tonalidades únicas y originales contrastes.

A pesar del famoso dicho “sobre gustos no hay nada escrito”, los decoradores aconsejan utilizar pinturas de color neutro y uniformes para las paredes y techos de las habitaciones dejando los colores fuertes para zonas concretas, pequeños detalles decorativos o muebles. Desaconsejan el uso de colores oscuros e incluso la combinación de varios colores en una misma habitación porque pueden cargar el ambiente y cansar la vista lo cual afectaría a nuestro estado de ánimo.

El Corán es mucho más que un conjunto de estudios científicos, pero vemos útil destacar algunos de los signos que Allah ha mencionado en él y que la ciencia ha corroborado tiempo después ya que como sabemos en la creación hay signos sobre los que cualquier creyente debe recapacitar.

“Les haremos ver Nuestros signos en los horizontes y en ellos mismos hasta que se les haga evidente que es la verdad” (41:53).

Escrito por: Dina Laghmari

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